13/4/24

El laicismo se endurece y los conflictos crecen

            Parece que en Francia el laicismo se endurece. No sólo se prohíbe llevar el velo en las escuelas sino que se penaliza a las madres que lo luzcan cuando se apostan a la puerta de los centros escolares esperando la salida de sus hijas. Se toman esas medidas para invisibilizar las diferencias étnicas entre franceses y reforzar los rasgos comunes. Como no se alcanza el resultado previsto, sino que se multiplican los enfrentamientos entre comunidades, ha llegado el momento, piensan muchos, de revisar las bases del laicismo.

             Durante un tiempo se pensó que la convivencia entre miembros de distintas culturas o creencias se facilitaba rebajando lo que distinguía y subrayando lo que unía. Un buen ejemplo de este planteamiento lo encontramos en la obra teatral Natán el Sabio de Efraim Lessing. Judíos, moros y cristianos, hartos de guerrear durante siglos, se preguntan cómo vivir en paz. Encuentran respuesta en la tesis filosófica de que “todos antes que diferentes somos iguales”. Somos seres humanos antes que creyentes de esta o aquella religión. Eso funcionó a medias porque era difícil olvidar en la vida diaria que primero somos diferentes (en el comer, en el vestir, en el hablar, en el sentir, en el pensar) y que hay que hacer un largo viaje mental para descubrir que además compartimos el ser humano.

14/3/24

La responsabilidad y la culpa

             “No acabaré mi carrera como corrupto cuando soy inocente” dijo José Luis Ábalos, ex ministro del Gobierno de Pedro Sánchez, cuando se le pidió que dejara su escaño en el Congreso de los Diputados porque un hombre de su confianza, Koldo García, había sido procesado por cobrar ilegalmente comisiones en la venta de mascarillas.

            Si Ábalos se siente inocente ¿por qué tendría que dimitir? Que cada palo aguante su vela. El refranero popular español coincide en esto con la filosofía moral clásica cuando dice que uno tiene que hacerse cargo de sus actos; de todos sus actos, ciertamente, pero sólo de sus actos. Ahora bien, si Ábalos piensa que, al no ser el autor de los trapicheos millonarios que la justicia imputa a su singular chófer, no tiene responsabilidad alguna, se equivoca. El tema estrella de la reflexión moral contemporánea, dice Paul Ricoeur, es el de la responsabilidad sin culpa, es decir, que podemos ser responsables incluso de lo que no hemos hecho.

6/3/24

Una mirada que deshace tópicos antiguos y plantea preguntas necesarias (Comentario al libro de Agustín Serrano de Haro "Hannah Arendt y España")

 Libros sobre Hannah Arendt hay muchos y, los temas tratados, recurrentes. Suelen dar una vuelta de tuerca a la banalidad del mal, al totalitarismo, al homo laborans, al juicio o a la vita activa. Lo sorprendente es que en la relación de Arendt con España el autor haya visto  un libro que quizá no aporte grandes novedades sobre las grandes ideas arendtianas pero sí son de un gran interés para España. Es un libro construido sobre fragmentos o referencias de paso que, más allá de la brevedad, abren horizontes insospechados.

 La escritura del autor es fiel a su estilo caracterizado, en primer lugar, por un gran rigor interpretativo. No se permite ninguna exageración, ni retorcer el texto leído, ni hacerle decir lo que no dice. En segundo lugar, agudeza para llamar la atención sobre aspectos no considerados en las interpretaciones habituales pero que, bajo su luz, resultan de interés.

14/2/24

Alsasua, el engaño de la memoria corta

            Altsasu es una obra de teatro basada en un incidente que tuvo lugar en octubre del 2016 y que se convirtió en un asunto nacional. Dos guardias civiles fueron brutalmente golpeados por jóvenes locales al pretender entrar en un bar de dicho municipio. El incidente fue tratado por la justicia como un acto terrorista lo que acarreó en la Audiencia Nacional fuertes sanciones para ocho jóvenes implicados.

             La representación teatral, siete años después, ha vuelto a convocar emociones, más allá de las meramente estéticas. Grupos de extrema derecha se han manifestado a las puertas del Teatro La Abadía de Madrid para protestar contra su representación por lo que entienden es blanqueamiento del terrorismo. El director del centro dramático, Juan Mayorga, ha defendido la representación porque el teatro es “paz y libertad”, un espacio al que se acude libremente y en el que distintos personajes, que representan mundos enfrentados, convienen en hablar.